USO DE RAZÓN.  DICCIONARIO DE FALACIAS. © Ricardo García Damborenea

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Falacia GENÉTICA

 

 

Consiste en juzgar las cosas de hoy en razón del valor que concedemos a su origen o desarrollo.

 

             Es incomprensible que a Carlos le hayan concedido el Premio Nóbel de Física. Fuimos juntos al colegio y era el más tonto de la clase.

             No es posible que esa computadora funcione bien. La ha montado un chino en una lonja del rastro.

             ¿Cómo puede decir Domínguez que es socialista si su padre hizo la guerra con Franco?

 

   La afirmación sobre cómo nacen o cómo eran las cosas en el pasado no tiene absolutamente nada que ver con el juicio que nos merezcan los méritos del presente. Está bien explicar el origen y desarrollo de una persona, idea, o institución, como quien hace historia o analiza la evolución de una enfermedad, pero está mal basar las valoraciones del presente en las del pasado cuando éstas no son relevantes. Muchas cosas nacen torcidas o son frutos de errores, casualidades, traumas infantiles o conflictos de clases sin que el juicio que nos merezca su origen sea trasladable a la opinión  de hoy.

 

            ¿Cómo puedes ser tú libre si tus padres no lo eran?

           — Tampoco eran púgiles, y sin embargo yo lo soy. Antístenes.[1]

 

    Es una maniobra cómoda para evitar la lidia con la idea en sí.  Juzgar los méritos de hoy por los defectos de ayer constituye una variedad de la Falacia de Eludir la cuestión y, cuando se refiere a personas, una Falacia ad hominem. Constituye, además, una flagrante Petición de principio: En efecto, la falacia genética parte de un supuesto falso que se da por bueno. Por ejemplo:

 

             Quienes no destacan en el colegio, no destacarán en la vida.

             Los hijos de los franquistas son franquistas.

 


[1] Diógenes Laercio: Antístenes.