Falacia de la
AFIRMACIÓN GRATUITA |
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Como su
nombre indica, se comete cuando no se da razón de las propias afirmaciones.
Abunda más que la hierba en Asturias. Cualquier conversación está plagada de
juicios inconsistentes sin otro apoyo que el énfasis con que se enuncian. No sólo tienen derechos los seres
humanos. Los perros también los tienen. ¿Qué razones
se aportan en apoyo de afirmación tan sorprendente? Ninguna. Bentham llamó
a este sofisma Ipsedixitismo (del latín ipse: él mismo, y dixit:
dijo), que equivale a nuestra expresión: lo dijo Blas, punto redondo. Se
puede incluir con todo mérito entre las falacias de elusión de la Carga de la prueba. Se emplea
menos donde cabe el riesgo real de ser replicado con dureza, como ocurre en la
vida parlamentaria, pero es muy frecuente donde no existe tal riesgo, como
sucede en la prensa escrita, muy especialmente en los editoriales y en las columnas
de opinión y, por encima de todo, en las tertulias radiofónicas. Caracteriza
la propaganda y la publicidad, en cuyos mensajes importa más la sugestión que
las razones. Vamos a ver de qué trata este escrito que tan certera y duramente he criticado. Mingote, en ABC.
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